jueves, 28 de diciembre de 2017

CONFESIONES DE UNA MADRE: CARTA A LOS REYES MAGOS

Probablemente, ésta sea mi última entrada del año 2017 pero no puedo dejar que acabe el año sin compartir esta reflexión, sobre todo por las fechas en que nos encontramos, ya que los Reyes Magos llegarán en breve a nuestros hogares.
Esto significa que durante estos días, juguetes, libros, colonia, ropa, videojuegos y un sinfín de regalos llamarán nuestra atención y serán destinados, una vez más, a hacer felices a quienes más queremos: padres, hijos, hermanos y amigos.
Sin embargo, ¿Qué es lo que cada uno de nosotros ha pedido? ¿Tal vez las mismas cosas con que obsequiamos a los demás?
Os confesaré que llevo días pensando qué podría pedir yo a los Reyes Magos. Así planteado, parece una pregunta sencilla, pero no lo es. Porque llega una edad en que ya no te conformas con cualquier cosa, al menos os confieso que yo no.
Yo lo que quiero es algo que perdure. Y no solo que perdure, sino que deje una huella en mi vida, algo lo suficientemente significativo para no olvidarlo jamás, algo que quede grabado en mi corazón, que no se marchite, que no se abandone, que no muera.
Y aunque os suene extraño, he llegado a la conclusión de que lo que tanto necesito es confiar, pese a mis continuos fracasos, en mi ilusión.
¿Habéis tenido alguna vez un sueño que hayáis abandonado por temor al fracaso? Yo sí. Es fácil renunciar a un sueño, basta con convencerte a ti misma de que es imposible, de que no eres capaz de lograrlo.
Sí, os reconozco que renuncié a él y con dolor, con mucho dolor.
Me dolía tanto que sólo se lo conté a mi mejor amiga. Y ella me preguntó por qué me daba tanto miedo el fracaso.
“Nuria, en los cursos que me da la empresa nos han explicado que en Alemania, en la entrevistas de trabajo, lo primero que te preguntan es si alguna vez en la vida has tenido un proyecto que haya fracasado. Si contestas que no te desestiman,  porque ellos entienden que solo fracasando es como uno aprende y  adquiere la habilidad para enfrentarse a cualquier problema y salir adelante”- me dijo.
Desde entonces, no he dejado de pensar en ello y he vuelto a retomar mi ilusión.
Además, ¿por qué no seguir el consejo de un escritor al que admiro, Paulo Cohelo?: “Es justamente la posibilidad de realizar un sueño lo que hace que la vida sea interesante”
Incluso si buscamos por Internet, veremos ejemplos de muchos fracasos en gente que luego, alcanzó el éxito en aquello que tanto deseaba:
*las dos primeras empresas automovilísticas de Henry Ford fracasaron por completo
*Einstein no empezó a hablar hasta los 4 años mí a leer hasta los 7. Según sus profesores, “nunca aprendería mucho”
*Disney fue despedido de un periódico porque no tenía imaginación ni ideas originales
*antes de unirse a la NBA, Michael Jordan fue apartado del equipo de baloncesto por falta de habilidad
*antes del inicio de su carrera, el profesor de música de Beethoven dijo de él que “como compositor no tenía remedio”
*el manuscrito de Harry Potter, de J.K. Rowling, fue rechazado por 12 editoriales
*el primer libro de Stephen King, Carrie, fue rechazado 30 veces. Lo tiró a la basura y fue su mujer quien lo recuperó y le animó a presentarlo de nuevo
*Oprah Winfrey fue despedida de su trabajo, como reportera televisiva, porque no era adecuada para la televisión
*cuando Thomas Edison era un niño, un profesor le dijo que “era demasiado estúpido para aprender cualquier cosa”
*Steven Spielberg fue rechazado muchas veces por la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California
*en una de las primeras pruebas de cámara de Fred Astaire, un productor dijo: “No puede cantar, ni actuar. Se está quedando calvo. Puede bailar un poco”
*después de su primer pequeño papel en una película, alguien le dijo a Harrison Ford que nunca tendría éxito en la industria del cine
* que Abraham Lincoln falló a los 21 años en los negocios, a los 22 en la carrera legislativa, a los 24 de nuevo en los negocios, a los 26 tuvo que superar la muerte de su novia, a los 27 tuvo un ataque de nervios, a los 34 perdió la contienda por el Congreso, a los 45 perdió las elecciones para el Senado, a los 47 intentó sin éxito convertirse en Vicepresidente, a los 49 perdió nuevamente las elecciones para el Senado y por fin, a los 52 años, se convirtió en el Presidente de los Estados Unidos
Y así podría seguir con muchos más ejemplos de personas perseverantes ante la dificultad.
Por todo ello, mi carta a los Reyes Magos este año es más bien breve. Deseo ser como tantas de estas personas que se enfrentaron a sus miedos e inseguridades, que cayeron mil veces y mil veces se levantaron, que no renunciaron a la esperanza de cumplir sus sueños. No quiero que mueran mis sueños entre mis propias manos.
En realidad no sé si lo que pido es mucho. Tal vez no. Solo sé que lo único que quiero, es tener la suficiente fuerza para seguir intentándolo.


Este artículo se lo dedico a la mejor amiga que uno podría tener y que para mí, es como una hermana. ¡Pili, va por ti!

lunes, 18 de diciembre de 2017

COPA DE NAVIDAD con la editorial viveLibro

El pasado viernes 15 de diciembre la editorial viveLibro nos invitó a asistir a su tradicional Copa de Navidad, celebrada en el Espacio vive Libro, Librería Libros de arena, situada en la calle Capri nº 15 de Madrid.
Para esta ocasión, contaban con la colaboración de los miembros del blog “Contra las cuerdas",que nos sorprendieron con un magnífico recital de poesía a micro abierto, invitando a la participación de cualquiera que desease recitar alguna pieza de sus elaborados poemarios.
 La verdad es que tanto el acto en si como el recital resultaron entrañables, sobre todo por la fuerza y la emoción que mostraron los autores al presentarnos sus trabajos, la mayoría de ellos ya publicados, aunque también hubo alguna primicia.
Allí estuvimos mezcladas mi compañera y yo entre personas desbordantes de talento e ingenio, que nos hicieron sentirnos cómodas y cómplices de un evento que, para nosotras, era totalmente nuevo por sus peculiares características.
Así que una vez más, no puedo sino reiterar mi más profundo agradecimiento a todo el equipo de viveLibro: autores, distribuidores, libreros, blogueros y colaboradores y muy especialmente, a Ignacio Rodríguez.

¡Nacho, muchísimas gracias de corazón, nunca me cansaré de repetírtelo!



martes, 5 de diciembre de 2017

CONFESIONES DE UNA MADRE QUE SE CONFIESA ESCRITORA

Hace ya unos meses publiqué la convocatoria del II Certamen Literario Solidario de Fuencarral y desde entonces, han sido muchas las reflexiones que me he hecho.
Soy consciente de que no a todo el mundo le gusta escribir. Cada uno somos de una manera y esto es interesante, porque así nos complementamos unos y otros.
Sin embargo, os confieso que a mí no es que me guste, es que me apasiona de tal modo, que no concibo mi vida sin poder dedicarme el mayor número de horas posibles, cada día, a dicha labor.
¿Y por qué? La razón es muy compleja y al mismo tiempo, muy simple. Y es que cuando me siento a escribir, el mundo que me rodea se difumina hasta transformarse en invisible.
De repente, ya nada ocurre a mi alrededor, pues me siento rodeada por el más absoluto de los silencios. Incluso yo misma desparezco. Dejo de ser yo desde el momento en que me meto en la mente de mi personaje, porque siento, pienso y describo como actúa ese nuevo ser en que me transformo.
De esta manera, nada importa lo que yo pueda ser en realidad, si soy joven o vieja, fea o guapa delgada o gorda, pobre o rica, simpática o detestable, paciente o gruñona, sabia o torpe.
Puedo moverme, cómodamente, por toda la escala de valores humanos, desde las más altas virtudes hasta los más detestables defectos. Puedo ser cualquier cosa, incluso puedo ser hombre, niño o mujer.
Una vez que siento mi personaje como propio, me expreso, hago y digo como él o ella haría. Y es así como de la nada, surge algo que creo con mis propias manos, que es fruto de mi inspiración y de mi esfuerzo. Algo que, con independencia de la situación en que me coloque la vida, nadie me puede arrebatar.
Normalmente, cuando te sientas ante el ordenador o ante el cuaderno de tomar notas, por lo general y salvo puntuales bloqueos, tienes mucho que decir. Las palabras te salen desde lo más profundo de tu ser “alborotadas”, a una velocidad de vértigo.
Y tanto es así que incluso a veces, dejo las correcciones para más tarde porque si no, pierdo la multitud de ideas que pugnan por escapar, a veces de forma ordenada y otras tantas, en completo desorden.
Lo importante es soltar lo que llevas dentro. Más tarde corriges, corriges y corriges hasta que lo que has escrito te convence, es decir, cuando estás seguro de que tu historia no puede mejorar, porque la has escrito del mejor modo que supiste hacerlo en aquel momento concreto de tu vida.
En sí mismo, este es el oficio del escritor. Es algo que te acompaña siempre y que jamás te abandona. Una vez que empiezas, te atrapa para siempre.
Ahora viene la segunda parte de este artículo, ¿Por qué participar en un certamen que es solidario? Bueno, está claro que no es por los premios, por nada material que puedas ganar, sino por la satisfacción intrínseca a la empatía.
En casos así, muchas veces me planteo que la vida me ha colocado en un espacio y tiempo concretos, en una coordenadas bien definidas y delimitadas y sin embargo, ¿qué hubiese ocurrido de ser distintas mis coordenadas? ¿Y si no hubiese nacido en Madrid, ni en mi época ni en mi entorno sino a muchos kilómetros de distancia? ¿Tal vez en la India? ¿Y si fuese una de tantas niñas pertenecientes a una casta inferior sin derechos, sin educación, sin opinión, privada de libertad para elegir quién quiero ser y hasta dónde puedo llegar?
Si yo fuese esa niña, rezaría para que alguien pensase en mí, tan solo eso.
Al plantear este certamen, pienso en esa niña que yo pude ser. Sin más.
Para finalizar, para los adultos y niños que habéis decidido ayudar, os recuerdo que el plazo de entrega de trabajos, para el II Certamen Literario Solidario a favor de Vicente Ferrer, es hasta el 28 de febrero.