jueves, 10 de marzo de 2016

CONFESIONES DE UNA MADRE-REGALO DE CUMPLEAÑOS

El próximo sábado es el cumpleaños de mi hija mayor y este simple hecho me ha llevado a reflexionar, con verdadera tristeza, sobre mi pasado y mi presente.
Durante muchos años, cualquier cumpleaños familiar, ya fuese de nosotros dos o de las niñas, equivalía a regalos y una gran comilona. Después, con el devenir de los acontecimientos y la inicial crisis económica, pasamos de celebraciones en el Vips a un menú mucho más modesto del Mc Donalds.
 A continuación volvimos a bajar de nivel y esta vez ya no se celebraba con una comida fuera de casa sino dentro de ella, eso sí, algo especial en la medida de lo posible.
Y actualmente, nos contentamos con comer lo que haya.
Estos eran mis pensamientos a día de hoy y sin embargo, ocurrió algo que dio un vuelco a mi manera de entender la realidad.
Esta mañana llevé a otra de mis niñas a la Paz a quitarle la escayola del brazo y me di cuenta, en la consulta de traumatología, de lo equivocada que estoy al sentirme así.
He visto con mis propios ojos niños muy pequeñitos con problemas muy serios. Pero basta con caminar por los interminables pasillos y estancias de cualquier hospital para descubrir la situación tan terriblemente dolorosa en que puede encontrarse quien menos lo merece, un niño Y pese a ello, ese mismo niño aún es capaz de sonreír.
Su sonrisa es la más maravillosa del mundo, porque te ofrece una lección de vida aunque para reconocerla, hay que mirar con el alma.
¿Mi conclusión? que soy una absoluta desagradecida y que debo aprender a valorar lo que de verdad importa.
El sábado que viene, daré gracias por haber comido y por la salud de mis niñas. ¡Ese es el auténtico regalo!




1 comentario:

  1. La Madre Teresa de Calcuta decía que "sentirse no reconocido, no amado, no protegido, olvidado por todos, pienso que es un hambre mucho más grande, una pobreza mucho más grande, que la de la persona que no tiene nada para comer". Esta mañana he tenido un ratito de charla con una amiga que cuida unos niños que viven en mi comunidad; me decía que el mayor tiene un carácter introvertido por la situación familiar que está viviendo con tan corta edad, pues sus padres se acaban de separar, la pequeña es más cariñosa, pero aprende de su hermano y no siempre cosas buenas. El caso es que son niños que tienen de todo puesto que sus padres, aunque separados, tienen buenos trabajos y les dan todos los caprichos que piden. Pero ya sea por culpa del trabajo u otro quehacer que surja, el caso es que sus padres no les dedican el tiempo necesario que necesitan los pequeños, ya sea para hacer los deberes, jugar o la hora del baño o la cena. Tienen de todo, pero les falta lo más importante : el tiempo que les puedan dedicar sus padres sin prisas y con cariño. Y sin embargo, mi compañera y amiga, alma gemela, diría yo, ahora mismo no puede no sólo dar caprichos a sus niñas sino que incluso le cuesta cubrir sus necesidades básicas, pero les colma de besos, abrazos y les brinda todo el tiempo del que dispone para hacerles la vida más feliz. Tienen lo mejor del mundo, el cariño de sus padres que, aún en situación económica difícil, consiguen que su familia sea feliz con todo el amor que unos padres pueden dar a sus hijas. Lecciones de vida que te da quien menos te esperas.

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